MI CABALLO Y YO
Mi caballo se llama Eclipse, tiene 7 años y lo conozco desde que tenía 3.Es un PRE,es decir,un pura raza español tordo. Pertenece a la Yeguada " El Oliguero", lo conocí cuando estaba en el club donde monto "Club Deportivo Ecuestre La Albaida". Nuestro encuentro fue una casualidad, estaba en una clase de equitación cuando me ofrecieron la posibilidad de montarlo. No me lo pensé dos veces y me subí, estaba un poco nervioso y yo también porque se veía un caballo vivo, con fuerza, y con mucho carácter, por aquel entonces yo tenía 11 años, era la primera niña del picadero que se atrevió a montarlo. Fue una experiencia emocionante y pensé...<< Cómo me gustaría tener este caballo>>. Al cabo de unos meses conseguí que mis padres lo compraran. Muchas han sido las experiencias que estoy viviendo con él, hemos participado en varios concursos sociales, he salido en las marchas ecuestres organizadas para el Día de Andalucía y por suspuesto he salido en la feria con él.Sigo practicando doma clásica, que es lo que más me gusta dentro de la equitación. Voy todas las semanas a mis clases.
Eclipse me ha enseñado y me sigue enseñando el valor del esfuerzo, de la disciplina, valentía, superación para conseguir tus sueños y metas. También me ha dado la responsabilidad en el cuidado de un animal que siendo más fuerte que yo responde a los movimientos que le transmito. Cuando monto con él siento que somos uno. Su fuerza, mi empuje y mi técnica hacemos un conjunto que a mí me hace sentir alegre, feliz, libre y relajada. Reconozco que todavía me quedan muchas cosas por aprender, para poder transmitirle cosas que el ya sabe hacer. y termino con una frase y unas fotos: << Lo nuestro fue un flechazo a primera vista >>.
Eclipse me ha enseñado y me sigue enseñando el valor del esfuerzo, de la disciplina, valentía, superación para conseguir tus sueños y metas. También me ha dado la responsabilidad en el cuidado de un animal que siendo más fuerte que yo responde a los movimientos que le transmito. Cuando monto con él siento que somos uno. Su fuerza, mi empuje y mi técnica hacemos un conjunto que a mí me hace sentir alegre, feliz, libre y relajada. Reconozco que todavía me quedan muchas cosas por aprender, para poder transmitirle cosas que el ya sabe hacer. y termino con una frase y unas fotos: << Lo nuestro fue un flechazo a primera vista >>.
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